17.9.14

No loco


Se derrite la vela azul, un guitarrista sin corazón en la mano,
y los sonidos melancólicos... la letra imposible, la pluma vuela
en su tinta amarilla.
No tengo miedo, a ratos solo me da pavor de lo que puede suceder
(y no sucede);
obsesionado con los pequeños recuerdos, para atascarme de ese sentido,
de esa falsa identidad que siempre he buscado.

Los pies negros como la flama carbonizada,
las uñas moradas delatan el frío que hace acá adentro;
y los montones de tentáculos que se enredan con la marea,
con los pensamientos regidos por la luna.

Loco. Palabra tan importante y sin gracia. Sin entendimiento...
Todos somos locos, o eso aparentamos para cubrir nuestra vergüenza,
esa vergüenza de reconocernos más usuales que el amanecer,
solo que más feos y grises.

No soy un loco más. ¿Para qué? Mejor finjamos que no sabemos hacer las cosas...




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