
100 Kilómetros después y 3 litros de sudor recorridos... y por fin, en la búsqueda del tesoro de papel: el título universitario. ¿Y qué pasó? que entre calor, correteadas y excesos de pagos por unas copias -sin contar el tiempo perdido entre semáforos, esperas y bamboleos- por fin me dieron cita para la revisión final. 19 de marzo, es el día para el acabóse de mi tesis y veré si en verdad tiene méritos o solo son palabras arregladas estéticamente. ¿Y porqué busco un título universitario? Tal vez en oídas de la x kantina... se tenga razón. Es un papel que acredita que puedo pensar. Pero caray, si cuesta tanto, al menos sentirse orgulloso de uno mismo vale el gasto. ¿Inversión? ¿Diversión? ¿Perversión educativa? No lo sé, por lo pronto (y muy pronto) me tendrán todo sudoroso y no por falta de nervios o aire acondicionado, sino por las correteadas que sé que volverán para que todo resulte como lo esperado. Ya veremos...
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