17.9.14

Bajo el sol, me siento pálido

Estoy en la calle... vacía como los ojos que no miran. ¿Porqué todos tratan de esquivar una mirada? ¿Existirá un miedo? He intentado muchas veces de ver directamente a alguien, pero nadie se encuentra en esa misma búsqueda o rehúsan a mantener el contacto. ¿Sonrisas? Tal vez, imaginándolo por las correrías detrás del otro.

Es una persecución para que nuestra sombra no se rezague. Distantes y eso que chocamos unos contra otros, como nubes que no se piensan. Aires indescifrables, cablerío enredado de diablitos y fantasmas. Esos lugares donde la gente entra y sale. Sigo buscando. Tal vez en el suelo se encuentre alguien, pero sin querer nos pisamos. Ver el cielo. Se pierde entre las fachadas. Entre puerta y puerta que no se cierra, o en las ventanas, rotas en miles de espejos y que esconden a otro tipo de fantasmas que nos tienen miedo.

Las sombras se alargan, como queriendo escapar de nuestras penas. O será que es nuestro ego, creciendo pero adelgazando nuestras esperanzas. No lo sé, estas cosas solo las observo y las mastico un poco. Por mientras, seguiré caminando en las vías de la ciudad, antes de que ésta muera.

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