29.7.15

19.02:07

Ya es de noche. Ciudad Nopal respira hondo. Se lanzará dentro de si misma y se vaciará en un camino que no concluyó sus trazos. Esperando a las estrellas, el vigía ve cruzar el reloj con su tiempo.

Ya es de noche. Y cualquier hora es buena para despertar.

Comenzar un juego puede ser divertido.

Los episodios de una vida trashumante, perdida entre olores, sueños y ocasiones. Su narración contemplativa y el interés de banalizar todavía más lo cotidiano dando el valor de girar en el lente un poco y adentrarnos a la vida caótica-urbana. Hace años, hace un instante. Hace nada-de-tiempo. Lapsos intranscurridos. El paso falso de la memoria siembra dudas generosas.

Comenzar un juego ya jugado tantas veces. Intentarlo de nuevo no es trascendente pero sí interesante. Compartir la vida con mis pensamientos, escondido en las calles, disfrazado como uno más, cuando sigo siendo otro más.

Ciudad Nopal no duerme. Está intranquila y el viento sopla.
Velemos con ella.

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